jueves, 7 de abril de 2011

Deftones + Cypress Hill en malvinas argentinas

#vienedeftones!!!! por Sebastían 






Habría que preguntarse por que, dentro de las 5500 personas que llenaron el Malvinas Argentinas se podía encontrar, ademas de los treintañeros que conocimos las épocas de oro tanto de los raperos Cypress Hill como de los metaleros Deftones, habían jovenes y hasta adolescentes que se entregaron durante toda la noche a una devoción que exige al cuerpo y al corazón en justas proporciones. En el ambiente mezclado de remeras y bermudas noventeras, deshilachadas de años de pogo en Cemento y teléfonos con cámaras de alta definición se definia una ansiedad por compartir una noche que renovaba aquel espíritu de 20 años atrás, cuándo MTV no era un canal de reality show para teens y los discos se conseguían en disquerías o circulaban copiados en tapes.


Luego del set de Plan 4, al que no llegué con tiempo para verlo, y con 10 minutos de atraso, los Cypress Hill toman las tablas del estadio y arrancan con "Get 'em Up". Sin DJ Muggs, el responsable del particular sonido de Cypress, Sen Dog, B-Real y el percusionista Eric Bobo demostraron que pueden pasar albums poco trascendentes y una baja en su exposición mediática, pero lo que no se pierde es esa capacidad para mantener entretenida a una audiencia que, a los primeros hits del disco Black Sunday que sonaron, "Hand On The Pump" y "When The Shit Goes Down", se metieron al público en el bolsillo.


Presentando otros dos temas de su nuevo disco, "Armada latina" y el que bautiza ese LP, "Rise Up", el resto del set fue una revisita a esos años donde la banda latina era líder en la escena hip hop. Hubo espacio para demostraciones del talento de Bobo en los parches y del DJ reemplazo de Muggs, Julio G, las esperadas alusiones a la marihuana ("I Wanna Get High", cantada en su version en español por prácticamente todo el estadio) y momentos de gran contundencia a nivel grupal como "Insane in The Brain", "Lick a Shot" o "Throw Your Set In The Air". El final fue con "(Rap) Superstar" donde, sobre el final entra a escena Chino Moreno, anticipando lo que vendría después e incendiando a la audiencia. Cypress brindó un show a la altura de sus ya míticas primeras presentaciones en Obras y en Ferro, saliendo a flote de la prueba de poner en la balanza otra vez su clásico repertorio y mostrando que ese sonido tan característico (beats mínimos, bajos profundos y samples entre brumosos y cansinos) no perdió frescura.


Lo de Deftones fue de otra dimensión. Si bien Cypress Hill solo tocó tres temas de su nueva producción y recostó su set sobre la seguridad de sus hits a prueba de balas, los de Sacramento tocaron cinco temas de su último disco, Diamond Eyes, sabiendo también que se trata de uno de sus mejores discos. Y si bien el comienzo con el tema titular del disco y "Rocket Skates" fue muy bien recibido, cuando sonaron "Birthmark" y la seguidilla de temas de Around the Fur, el Malvinas Argentinas se cayó a pedazos. Se notó que era la banda convocante de la noche (En Cypress Hill, habían algunos claros en las tribunas y el campo, que se llenaron con Deftones) y la primera gran prueba fue el pogo de "Engine #9" y "Be quiet and Drive (Far Away)", cantada en forma completa hasta por los vendedores de bebidas.


Todo lo que muestra la banda californiana en los discos, lo entrega en vivo con el plus de la intensidad de estar a metros de ellos: cuando deben sonar podridos ("Elite", "Hexagram"), suenan brutales y estruendosos; cuando tienen que sonar más tranquilos ("Sextape", "Digital Bath") suenan sutiles y aun así, potentes en su calma estoica. La base de Cunningham y el reemplazo del accidentado Chi Cheng, (Sergio Vega, que tambien tocó en la banda post hardcore Quicksand, una evidente influencia en el sonido Deftones) suena ajustada, aun en los momentos de cambios bruscos de metricas, las texturas que plantea Frank Delgado desde las bandejas y los teclados son las que sostienen las atmosferas que son patentes de la banda, el machaque de Carpenter es exacto y preciso pero no excesivo, medido y contundente como un itakazo en la frente y el Chino Moreno es puro carisma sin caer en excesos o arengas payasescas; ajusta su voz para cada momento y entrega una emotividad en cada intervencion como pocas veces pude ver en un recital.


"Passenger" y sus continuos cambios de mood fue quizás el momento mas álgido técnicamente hablando, pero que decir de "Change (In The House Of Flies)" o "Minerva", claros ejemplos de como medir intensidad en los estribillos y trasladar esa emoción al vivo, o el agite en los momentos de contacto con el hip hop como "Back to School (Mini Maggit)" (con Sen Dog de Cypress Hill, devolviendo gentilezas) o el final con ese ya lejano primer single del ábum debut Adrenaline, "7 Words", despues de encadenar casi una veintena de temas, de un recorrido de casi veinte años de carrera en casi hora y media.


Una gran performance de Deftones que, en su ya tercera visita a la Argentina, consolidó un publico devoto y un muy buen show de Cypress Hill redondearon una noche que definitivamente se encontrara entre las visitas mas memorables de este 2011.


1 comentario:

  1. muy bueno loco!
    la verdad que son sensaciones muy fuertes, estar ahí, las canciones de deftones son tan únicas que hacen que el momento sea maravilloso, un flash, fuerza, trompada en el mentón mal. Pogo fuerte, las rondas (no se como se llaman realmente) fueron increibles, me comí cada mano! pero no pude evitarlo.. es un flash deftones. Ojalá haya Deff por mucho tiempo.
    un abrazo colega!

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