viernes, 18 de marzo de 2011

Las tranformaciones silenciosas - Primera Parte

Primera parte sobre el último libro de Jullien "Las Transformaciones Silenciosas" por Jorge Iacobsohn

Es el título del último libro de uno de mis autores favoritos, el francés Francois Jullien. Aquí haremos vastos comentarios sobre su obra, junto a mi otro pensador favorito, Baruch de Spinoza, entre apuntes varios. Ellos me dan herramientas para pensar.

Bueno, para quienes no sepan, Jullien pertenece al campo de la sinología, disciplina nacida en Europa, y su objeto de estudio es la cultura, lengua y civilización china. China ha sido y es hoy aún fascinante para los occidentales, que se han dedicado a analizar las diferencias de cosmovisión y cultura. Jullien propone una estrategia diferente, que es leer la cultura Occidental (es decir, griega) desde los lentes chinos.

Todo el libro propone abandonar la manera occidental de concebir la historia, que prefiere entender los cambios a modo de ruptura, surcados por acontecimientos espectaculares. Este modo se entiende a la luz del análisis de los mitos griegos, que son deconstruidos en todos los libros de Jullien con la lupa china.

China no es propuesta como modelo ideal, ni mucho menos: tiene también sus puntos ciegos. Lo interesante es la apropiación de su inteligencia allí donde trastabilla la herencia griega.Una diferencia fundamental, entre otras, es que en China no ha habido Épica, ni héroes que dan el ejemplo. El héroe griego es aquel que se enfrenta a lo gigante, a lo imposible, y lo que importa es su valor de enfrentamiento, independientemente del resultado (triunfo o derrota). En China el enfrentamiento no tiene valor en sí mismo (tanto en la guerra como en la vida en general). Hay otro tratamiento cultural hacia la "negatividad".

Los sabios de la estrategia guerrera china, que conciben la unidad de los contrarios, ven el lado débil del fuerte y el lado fuerte del débil, algo que no puede concebirse en términos simultáneos por la cosmovisión griega. En ella, los grises e intermedios son imposibles. Dice Jullien, "hay nieve o agua, pero la nieve fundiéndose no tiene estatuto ni de nieve ni de agua, por lo cual el devenir queda imperceptible". Otro ejemplo que propone es la vejez, ¿cuándo comienza el preciso momento en el que uno envejece? La vejez llega, es una transformación global, no puntual -porque no hay "punto" de transición- y no nos damos cuenta.

También, cuando viajamos en tren, y pretendemos ver el momento en el que un paisaje cambia, pongamos, de valles a montañas o llanuras, es difícil encontrar una "frontera", y sin embargo de pronto sin que nos demos cuenta, ya estamos en el paisaje diferente.

La visión china tiene mucho de aprendizaje por observación de la naturaleza, que en sus procesos, se transforma sutilmente. Ella no se halaga a sí misma ni se felicita por sus cambios, simplemente deviene.

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